Dentro de las especies utilizadas se encuentra la alfalfa, uno de los cultivos forrajeros por excelencia.
Su gran valor se debe al alto potencial de producción de materia seca, alto contenido proteico, alta digestibilidad y a los contenidos de vitaminas A, E y K o sus precursores. En nuestra zona es más importante el aprovechamiento bajo corte que el pastoril.
La principal forma de conservación de la alfalfa en nuestra zona es la henificación en forma de fardos, siendo muy escasa la confección de rollos.
Esta última práctica se utiliza para confeccionar heno, sobre todo de pasturas conocidas o naturales, que será ́ utilizado dentro del mismo establecimiento, así como cierta cantidad de nuestra producción será destinada a la venta de nuestros fardos.
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